lunes, 11 de septiembre de 2017

Tres fragmentos de Mujeres Libres para Hombres aparentemente Libres



'A mi amona,
que supo ser libertaria en la práctica'



Himno de Mujeres Libres. Música: FANFARRE LIBERTARIA. Coro: IRUÑEA ABESBATZA


'Fuera de nuestro campo, es muy comprensible y bastante disculpable y, si se quiere hasta 'muy humano' que el hombre desee conservar su hegemonía y se sienta satisfecho de tener una esclava, como el burgués defiende su situación y su privilegio de mando. Pero yo no hablo a todos los hombres, yo hablo para los anarquistas exclusivamente, para el hombre superado, para el que, enemigo de todas las tiranías, está obligado, si quiere ser consecuente, a arrancar de sí cualquier fuero de despotismo que sienta apuntar. Lo muy humano es esto, que es la razón -el atributo genuinamente humano-, sobre lo otro que es el instinto, lo infrahumano.

Por eso el anarquista -he dicho el anarquista, fíjate bien-, que pide la colaboración de la mujer para la obra de subversión social, ha de comenzar por reconocer en ella una igualdad, con todas las prerrogativas de la individualidad. Lo contrario será muy humano, pero no será anarquista.

(...)

Lo anarquista, repito, es dejar que la mujer actúe en uso de su libertad, sin tutelas ni coacciones; que en ella se inclinará hacia lo que su naturaleza y la índole de sus facultades la dicten. Y ahora una pregunta, ¿cómo ha podido ocurrirséte comparar la situación de la mujer respecto al hombre con la del asalariado respecto al burgués?
Olvidas que los intereses del patrón y del obrero son encontrados, mientras que los de hombre y mujer -que son los intereses de la humanidad, los de la especie-, son complementarios, o, por mejor decir, son uno mismo.'

Lucía Sánchez Saornil.
'Resumen al márgen de la cuestión femenina'
Solidaridad Obrera, 30 de octubre de 1935

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'Nadie como los árabes ama y guarda a la mujer. Y sin embargo, ninguna mujer europea cambiaría su suerte por la suerte humillante de la mujer oriental. Y la prueba de que las mujeres, por muy amadas y guardadas que estén prefieren el aprecio al loco amor y la libertad a la más enamorada vigilancia, es que el despertar de la mujer oriental empieza por la liberación del sexo.


Proteger la debilidad femenina es obra de hombres buenos y caballerescos, pero nunca obra reivindicadora de la mujer. Es más, esta obra no pueden hacerla los hombres ni es lógico que la hagan. Debemos ser las mujeres las que nos reivindiquemos. Debemos ser nosotras las que aceptemos como ofrenda la galantería del hombre, pero nunca como necesidad. Debemos ser nosotras las que conquistemos iguales deberes en la humanidad, que es también conquistar iguales derechos.'

Federica Montseny
'La Victoria'
La Revista Blanca, II Época, 1 de marzo de 1925

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'Debería suponerse que en su apasionado amor por la libertad, se incluye la libertad de la mujer. Pero muy lejos de esto, la mayoría de los hombres españoles parece no comprender el sentido de la verdadera emancipación, o, en otro caso prefieren que sus mujeres continúen ignorándolo. El hecho es que muchos hombres parecen convencidos de que la mujer prefiere seguir viviendo en su posición de inferioridad. También se decía que el negro estaba encantado de ser propiedad del dueño de la plantación. Pero es lo cierto que no puede existir una verdadera emancipación mientras exista el predominio de un individuo sobre otro o de una clase sobre otra. Y mucha menos realidad tendrá la emancipación de la raza humana mientras un sexo domine al otro.


(...)


Por otra parte, las extraordinarias realizaciones de la mujer a través de la Historia anulan la leyenda de su inferioridad. Los que insisten en ella es porque no pueden tolerar que su autoridad sea discutida. Ello es característico de todo sentido autoritario.'

Emma Goldman
Mujeres Libres, 21 semana de la Revolución