El próximo sábado día 18 de junio de 2011 tendrá lugar un homenaje a nuestros mayores, hombres y mujeres de la CNT, FAI, JJLL que conquistaron su libertad y la del pueblo en una respuesta sin precedentes contra los militares y facciosos sublevados. El lugar, de emotivo recuerdo, será el Fossar de la Pedrera en el Cementiri de Montjuïc (Barcelona) a las 12,00 horas de la mañana.
(extraido de http://cnt.es/memorial)
El Monolito de la Memoria
Era de necesidad que un monumento recordara a las víctimas libertarias. Porque ellas perdieron dos veces la Guerra Civil. La perdieron en el campo de batalla. Y la perdieron en el terreno de la historia, condenadas a cuarenta años de represión en todos los sentidos, y a casi otros tantos de ostracismo, que no deja de ser otra forma de matar. Porque si bien en el paredón de fusilamiento todas las víctimas del franquismo son iguales, para algunos intereses políticos lo mejor es diferenciar las víctimas, reivindicar unas y olvidar otras, falsear la historia y enterrar con ello la memoria.
Desde que el 1 de abril de 1939 se decretara desde Burgos el final oficial de la Guerra Civil española, y las tropas rebeldes de Franco pisaran por primera vez con sus botas asesinas Madrid, para los libertarios solo quedaba un camino con doble intención: luchar contra el fascismo imperante y no olvidar nunca el pasado y los militantes que dieron su vida por la libertad y por un mundo mejor y mas justo. Su empeño les costó a muchos la vida.
Tras una “Transición” que no fue sino el continuismo del régimen franquista, donde incluso organizaciones que habían sufrido la represión franquista no dudaron en volver a enterrar a sus militantes por unas míseras prebendas, el movimiento libertario entendió que tenía que continuar con el camino que sus predecesores le legaron. No plegarse ante el sistema y luchar por lo que consideramos lo justo.
Ahora que han caducado determinados pactos de la Transición, que se abren las fosas de la vergüenza que demuestra la criminalidad genocida del franquismo y el silencio cómplice de algunos que se denominan demócratas, hay que seguir en el empeño de reivindicar la memoria libertaria.
El acto del 18 de junio en Barcelona, en la inauguración de este monolito elaborado por Juan Jose Novella, donde las ramas de un ciprés de acero hacen crecer y extender la Idea, servirá no solo como colofón a los actos del centenario de la CNT. Es el continuar con la recuperación de nuestra memoria e historia, es un homenaje a los que dejaron su vida por la libertad. Y un homenaje a aquellos que aun viven, que sobrevivieron al Holocausto Español del franquismo, y que con sus lecciones y experiencias nos dejan la mejor de las medicinas: la historia como el primer pilar de lucha para la sociedad del porvenir.
El Monolito
En las imágenes del monumento se entreveen las palabras: a los hombres y mujeres de la CNT que murieron en la conquista de la libertad y por la revolución social, escritas en catalán.
Juanjo Novella, escultor vasco con una especial sensibilidad hacia las cuestiones de la memoria, ha creado una escultura fuerte, preparada para resistir a los elementos y al tiempo y, al mismo tiempo, compleja y tierna, que apunta hacia lo alto, hacia los ideales de lo mejor que tuvo y perdió la organización: todos aquellos luchadores y luchadoras por la libertad y la revolución social muerto por serlo. Un recuerdo obligado por parte de los que los compartimos y queremos continuar el camino.
La escultura es un ciprés truncado que simboliza un anhelo de marcación y dignificación para los muertos enterrados de forma anónima. De esta manera fijamos un hito donde el ciprés seccionado con toda su simbólica es el principal protagonista. Una marca en el pequeño espacio abierto delimitado por cipreses que configura una plazoleta en la Fosera. Esta escultura está inspirada en las columnas que saludan el acceso peatonal al ámbito y en los cipreses, columnas vegetales.
La verticalidad de la escultura, así como su presencia,hacen referencia a las columnas y cipreses del entorno.
La escultura se integra sin impacto adverso en el enclave. La presencia de la pieza se observa adecuada al lugar, con una ocupación muy ajustada y sin estridencias expresivas.
Se observa un importante grado de transparencia que enfatizará el interés al acercamiento y a experimentar una visión a través. Este hecho además, posibilita una mínima presencia en la plazoleta, permitiendo percibir la misma sin oclusiones. La instalación permite mantener los usos y el tráfico rodado.
Las dimensiones son de escala humana, en consecuencia la referencia escultórica no sobrecogerá por su monumentalidad sino por el alcance humano. Se ha buscado austeridad y sencillez en las formas como corresponde al espíritu pretendido y expresado por CNT.
Juanjo Novella, escultor