domingo, 16 de octubre de 2016

Pinsapo de Las Escaleretas, protector de los transeúntes



Nos contaba una tabernera de un bar de Parauta, que todo caminante debe ir a visitar este hermoso ejemplar de Pinsapo, pues cuenta la leyenda que nació en el mismo lugar donde fue enterrada una mujer de reconocido corazón, que no negó a nadie un alimento, una cura, ni un techo en el que guarecerse de las noches de la Sierra de Las Nieves. Los dos nos miramos a los ojos, acordándonos de 'el caso del mendigo sin manta' de los Maniática. Dos carrilanos consumados como nosotros debíamos ir a ese lugar y admirar el Pinsapo de Las Escaleretas, que nació de esa entrega de generosidad y solidaridad con los vagamundos.


La mejor opción para llegar sin perderse es desde el área recreativa de Los Quejigales, en el Parque Natural de Sierra de Las Nieves. Siguiendo el carril dirección a Tolox, encontramos una zona allanada para que paren los coches con un pinsapo en medio, conocida como Llano de la Laguna. Normalmente, hasta aquí está señalizado y hay algún que otro panel informativo más. Es un punto de partida ideal para excursiones de mayores y niños, teniendo escasa dificultad y pudiendo continuar, con algo más de dificultad, hasta el Pinsapo del Puntal de Mesa que es otro pinsapo de referencia.


La ruta parte por un bosque mixto de encinas, pinos y pinsapos por una senda muy entretenida por la vegetación y las rocas. Si hacemos el trayecto de manera silenciosa y contemplativa, empiezan a aparecer pajarillos insectivoros danzando a nuestro alrededor, tanto que parecen seguirnos. Empezamos a escuchar los sonidos del bosque. Las frenéticas formas de los troncos de los árboles, no sólo de los pinsapos que nos han acostumbrado a esas majestuososas siluetas, con tenebrosas posturas, sino también de los pinos halepensis.


Una buena referencia que emerge a ratos del bosque, es la cima del pico de Alcojona, que se aprecia en el horizonte mientras discurrimos por este entorno lleno de matices olorosos, frescos y serenos.


Las formas de las rocas, hasta las más diminutas, nos hacen gozar con su caprichosos moldeados, dando un halo mágico a este lugar, que entreteje material rocoso con musgos y líquenes.






Sin darnos cuenta, hemos salido del bosquecillo observando aquí y allí cosas que llaman nuestra atención. Ahora ascendemos un trecho sobre un sendero que sale a la izquierda, que nos lleva directamente al mirador del Pinsapo de Las Escaleretas. La vista del ejemplar de Abies Pinsapo desde este atril es excepcional, y no podemos evitar bajar a tocar el árbol que refiere la leyenda. Hay que tener mucha precaución de no ocasionar daño alguno en este entorno, ya que la mayor afluencia de público puede conducir a daños irreparables. Esta zona está incluida en la zona protegida de la Reserva del Parque Natural Sierra de Las Nievas.

La excursión hasta aquí no llega a los dos kilómetros, por lo que nos animamos a continuar un poco más para ver otro de los componentes más visuales del parque, el pinsapo del Puntal de la Mesa.


Dejamos atrás el íncreíble porte del pinsapo de las Escaleretas, con una altura que supera los 26 metros de altura para engarzar un sendero que sube a la izquierda y que se adentra en un bosque de pinsapos. Los hay de todas las edades, abriéndose camino a la vida, y proporcionando un futuro menos incierto para estos bosques que habitaron el Cuaternario, antes del deshielo de las glaciaciones. Llegamos a la Cuesta de las Lajas, nudo de comunicaciones que unía Rio Verde, con La Nava y Ronda, y desde donde se divisa el Valle de Rio Verde, con el pico del Torrecilla y Sierra Real vigilantes.





Tras un repecho en el camino, llegamos al Mirador del Puntal de la Mesa, lugar de donde parte el sendero hasta el pinsapo del mismo nombre, o de la Falsa Escalereta como también le llaman. Se asienta entre sabinas y con una vegetación baja que le deja todo el protagonismo en la composición.


                                     




.
Volvemos al mirador y engarzamos con el recorrido circular de vuelta, no sin admirar de nuevo el Valle de Rio Verde abajo y recordando la devastación del fuego de los últimos incendios forestales.
Precaución con el fuego y salud.